Resumen
Henri tiene cincuenta y tantos años. ¿Quién es responsable de sus fracasos, su falta de libido y su dolor de espalda? ¡Su esposa y cuatro hijos, por supuesto! En un momento en el que echa una mirada crítica a su vida, de todas las mujeres que ya no tendrá, los coches que no conducirá. Ver Buenos Principios online
Un enorme perro mal educado y obsesionado decide instalarse en el casa, para su mayor felicidad pero para disgusto del resto de la familia y especialmente de Cécile, su esposa cuyo amor inquebrantable comienza a romperse.Henri está al borde de la desesperación: más inspiración y además su porcelana acaba de morir asesinada por el perro del vecino…
Adaptado de una novela homónima de John Fante , un escritor notable pero que escribió guiones cinematográficos para completar sus fines. mes (a la manera de su héroe), MON CHIEN STUPIDE es una comedia absurda y poco convencional que parte de un tono completamente surrealista: ¿y si, un buen día, un perro enorme llegara como por arte de magia a una familia que trastorna este? ...
Es Yvan Attal , ayudado por dos amigos, quien adaptó esta película a aires de cuento realista. También son Yvan Attal con su compañera en la ciudad Charlotte Gainsbourg (que dirige por cuarta vez) quienes dan la respuesta ayudados por diálogos cincelados que acompañan situaciones absurdas y croquignolescas.
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Dividido en 7 capítulos, MON CHIEN STUPIDE sigue los pasos de Henri, un autor arruinado, que tiene una famosa panoplia de niños, cada uno más loco y serio que el otro. Pero sobre todo, es una forma de pensar en el trasfondo de la familia: las penurias de vivir en comunidad y la dificultad que tiene un escritor para escribir en medio de su familia.
Por tanto, la ruptura será inevitable impulsando a Henri, el egocéntrico, a lo que busca escribir, al aislamiento. Pero tenga la seguridad de que la conclusión del cuento será obvia: “si la soledad es buena para escribir, no es buena para vivir”.
Divertida y a la vez rica en reflejos, MON CHIEN STUPIDE está a la imagen de Yvan Attal, directa y sin rodeos, una película que mezcla absurdo y realismo para hacernos pensar mejor en la familia y sus potenciales abusos. Un gran éxito.l cine del subgénero familiar se arriesga a caer, valga la redundancia, en la familiaridad.
Para evitarlo, deben representarse las vicisitudes de la familia en cuestión de tal forma que su verosimilitud nos permita compartirlas y entenderlas, pero al mismo tiempo que su desarrollo cuente con algunos elementos inesperados o únicos, pues al fin y al cabo la mayoría de las familias, aunque puedan tener unas pautas similares.
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Tienen rasgos específicos, que no se encuentran en ninguna otra. Esto debería ser todavía más apreciable cuando la historia nos la narra alguien especialmente comprometido con dicho material, acaparando en este sentido las labores de director, protagonista y coguionista, y hasta el punto de contar con otros miembros de su propia familia en el elenco.
Esto es lo que sucede con la última película de Yvan Attal, cuyo anterior trabajo fue la entretenida Una razón brillante (Le brio, 2017), aunque su energía se debía sobre todo al carisma de sus dos personajes principales, interpretados por el veterano Daniel Auteuil y la reveladora Camélia Jordana.
Ahora en cambio, en esta nueva película titulada insulsamente Buenos principios (el título original sería traducido literalmente como Mi perro Estúpido, pero al parecer era menos recomendable para la distribuidora ante los presuntos gustos del público general, que preferiría ver otra cinta más del montón antes que algo con cierta personalidad), la desgana se extiende enseguida al reparto.
En este acompañan al propio Attal su pareja en la vida real, Charlotte Gainsbourg, y uno de sus hijos en común, Ben Attal, interpretándose prácticamente a sí mismos. Pero como adelantábamos, ello en lugar de dotar a la historia de una cualidad más propia, más profundamente sentida, la hace seguir unos derroteros de lo más ordinarios e intrascendentes.e
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