Resumen
Lis es una adolescente que sueña co n convertirse en artista de circo y salir de su pueblo , aunque sabe que para conseguirlo tendrá que pelearlo duramente con sus padres. Es verano y se pasa el día jugando en la calle con sus amigas y tonteando con su novio, unos años mayor que ella Ver La inocencia online .
La falta de intimidad y el chismorreo constante de los vecinos obligan a Lis a llevar esa relación en secreto para que sus padres no se enteren. Una relación que cambiará su vida para siempre.Interpretada por una Carmen Arrufet muy viva , la joven rinde el reconocimiento a su libertad en un espacio estrecho y al mismo tiempo basado en la promiscuidad comunitaria.
Las calles del pueblo, las ventanas que escudriñan los callejones, las mujeres sentadas en círculo frente a las casas, como guardianes de un umbral que parece soldar la dimensión privada con la pública. Espacios liberados de la morfología urbana, pero destinados al control preciso de una norma arcaica y nunca más arcana.
Sin embargo, es precisamente en el límite entre las dos dimensiones donde se esconde el ojo del diablo. Como en la sociedad de los años cincuenta, el cuerpo y el deseo representan una amenaza destructiva para la cohesión de la comunidad, cuyos rituales, ahora vacíos de sentido, no pueden ser cuestionados, de lo contrario se desintegrará un orden de relaciones invisibles pero absolutamente palpables.
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La relación de Lis con lo que se considera sagrado se viola varias veces. Durante la procesión patronal dedicada a la Virgen de la Asunción, la niña fuerza todos los límites formales junto a sus amigas, lanzándose en una danza dionisíaca que acompaña el andar de la estatua mariana, al ritmo de la banda.
Esa pequeña cosmogonía personal se convierte en emoción y rechazo a la muerte, ante la barbarie del Toro embolado, cuya suerte es seguida por Lis con una participación que contrasta flagrante con la adicción de sus compañeros a la violencia habitual.
El amor por Néstor, entre las drogas y las discotecas de pueblo, marca ese paso de un encarcelamiento a otro. No parece haber diferencia entre los celos del padre de la niña y los del novio, salvo en el contraste de energías salvajes que compiten por la posesión y control de un cuerpo como si fuera un territorio.
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Además de la expresión incondicional de un erotismo ardiente en su manifestación primaria, Lis busca vida en las acrobacias que representan su deseo de asistir a la escuela de circo de Barcelona. Una dimensión donde el cuerpo conserva ese límite entre el lenguaje y los signos preformales, una fuerza combinatoria que atraviesa cada movimiento de la niña dentro de los confines de una realidad minada.
No es casualidad que el primer momento de despertar de la hipnosis patriarcal por parte de la madre, sea provocado por el contacto con Remedios, madre de la mejor amiga de Lis, una mujer solitaria, figura chamánica, bruja poco confiable para la comunidad que la juzga. Una liberación inmediata y luego inmediatamente negada por la deslegitimación violenta que define los límites del control privado.
Lucia Alemany, que aporta un trozo de su vida a la película, sigue con un rigor sencillo y directo que deja sin aliento, la tenacidad de un espíritu libre, aún no contaminado por las reglas que conforman el equilibrio del contexto social. Lis, en el rechazo de la restricción, persigue sin restricciones la comprensión total de la vida incluso en los aspectos más oscuros.
Ni siquiera el que recibe en su seno, en desprecio por la familia y la comunidad, puede alejarla del deseo de expresar la intoxicación por los colores de la existencia.
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